Preparando la San Silvestre

En cuanto al resultado de la carrera, el ganador de la popular fue Anduar Dabab, que por lo visto lleva ganando 3 años seguidos (no hay más que verle en el video de Telemadrid para entender el por qué. ¡Es un fenómeno!) y la ganadora fue Recuerdo Arroyo, que por lo visto también la ha ganado varias veces (creo que 4, así que con eso está dicho todo).
En la página de la San Silvestre Vallecana, se puede consultar la clasificación completa.

Según esa clasificación, he quedado en el puesto 20.600 y pico (lo pongo así, porque cada día que lo consulto varía... ¿?) con un tiempo de 1:00'14''. En esa página se puede ver también los tiempos intermedios (a los 2.5, 5 y 7.5 Kms) y el gráfico correspondiente a mi carrera según el cronometraje oficial.

Además de esa gráfica, he subido los datos que registré con mi Nike+ y la verdad es que sale una gráfica bastante diferente. 

Lo más destacable, es que he hecho un total de 10Km y 830m. Casi un kilómetro más de la distancia oficial. Esto se explica seguramente por ir corriendo en zigzag para esquivar a la gente, sobre todo en los primeros kilómetros. Para lo que no tengo explicación es para la diferencia de tiempo total (24 segundos de diferencia), pero no le doy mayor importancia. Lo importante era terminar y eso se ha conseguido.

Y ahora, a descansar un poco...

He estado haciendo un recuento de los kilómetros que he hecho estos días y me salen más de 250 km (entre bici, cinta y las salidas a correr). No está mal, teniendo en cuenta que llevaba mucho tiempo sin hacer deporte de forma continuada. Bajaré un poco el ritmo esta primera semana del año, para descansar un poco las piernas, pero intentaré aprovechar la inercia de la San Silvestre para mantener la constancia que me faltó otras veces. Y hasta es posible que me inscriba en alguna otra carrera durante el año para no perder la motivación.

Y también bajaré el ritmo de publicaciones en el blog. Han sido casi 60 artículos en apenas 50 días y eso también merece un descanso.

¡Buen trabajo, muchacho! ;-)

La carrera de mi “oleada” comenzó a eso de las 18:15h, y el inicio se hizo duro porque el recorrido comienza con una subida por la calle Concha Espina. Son solo unos cientos de metros, pero sirven para que la gente se de cuenta de que ya ha empezado la carrera. A partir de ahí, los siguientes kilómetros son en descenso, por la calle Serrano, y la gente aprovecha para recuperar el ambiente festivo.

La única pega que tiene el salir en esta última oleada es que hay que estar muy atento a la gente que tienes delante porque te puedes encontrar con gente que va más depacio que tú, o que se frena para hacerse fotos, o que se pone a correr marcha atrás para grabar a los amigos. Hay que estar atentos para evitar un tropezón o arrollar a alguien. Pero no hay problema. Lo más importante es el buen rollo general y si hay que ir más despacio o en zigzag para adelantar a alguien no pasa nada.
Forma parte de la fiesta.

foto de la carrera en El País / EFE

Conforme avanzan los kilómetros, la gente tiene menos ganas de fiesta, pero es entonces cuando aparece el público. Por la calle Serrano o por el Paseo del Prado se nota menos, pero por la Avenida de la Ciudad de Barcelona y sobre todo ya por Vallecas se nota el griterío y se agradece muchísimo. Es un subidón correr con el público animándote. Sobre todo porque la cuesta de La Albufera se hace muy dura y con el griterío del público se lleva mejor.

Uno de los detalles que más me llamó la atención fue la cantidad de niños que desde el público nos veía pasar y abrían los ojos como platos. Muchos de ellos estiraban sus manos para “chocarla” con los corredores como si fuésemos atletas de élite. Para los corredores era un plus de motivación. He encontrado una foto con uno de esos detalles en el álbum Flickr de Gabri Solera.

Este año además, la organización ha incluido varios “elementos” adicionales para motivar a los corredores. En varios puntos del recorrido había DJ's pinchando música en directo y speakers animando. En esos momentos de esfuerzo un poco de "chunda-chunda" ayuda y más de uno se puso a dar botes al ritmo de la música. Más fiesta.

Os dejo aquí también el video de Telemadrid con la retransmisión completa. Tanto de la carrera popular como de la Internacional.

La zona de salida es una auténtica locura. En los alrededores del Bernabéu se fue acumulando poco a poco una marea de gente que supongo que superaba las 50.000 personas. (38.000 inscritos, varios miles sin dorsal, varios miles de público…). 

Había música a todo volumen con speaker incluido para animar a la gente, zona de avituallamiento (bebida) gratis y mirases donde mirases se veía mucha mucha gente. 

Gente corriendo para calentar, gente estirando, gente disfrazada (superhéroes, novias a la fuga, zombis, pitufos, templarios, un tío en pijama con un almohadón debajo del brazo, trogloditas…). 

El ambiente era una mezcla entre carnaval y concierto de música, pero con ropa deportiva.

A la derecha aparece una de las fotos del reportaje en Flickr de paco.ghun

El momento de la salida es un poco caótico pero sobre todo por los “sin dorsal” que se empeñan en colarse en las zonas reservadas. Mal gesto por su parte, porque lo único que consiguen es dejar fuera a quienes sí tienen dorsal.

La salida de los corredores se estructura en lo que llaman “cajones”. Los cajones son zonas reservadas (delimitadas por vallas) a las que sólo pueden acceder aquellos corredores con dorsal (que han pagado la inscripción) y que acrediten una determinada marca en 10km. Esa marca puede ser la de la San Silvestre anterior o la de alguna otra carrera de 10km del año en curso. Se hace así para que los corredores más rápidos no se vean frenados por los más lentos. 

Y además de los cajones, la salida se hace por "oleadas". Este año había 4. En lugar de hacer una única salida, se hacen 4 salidas (oleadas) con una diferencia de 15 minutos entre cada una. Y en cada oleada toman la salida varios cajones. 

En el gráfico siguiente se ve cómo estaba estructurada la salida en cajones (colores) y oleadas (las franjas rojas).

El acceso a estos cajones está supervisado por varios miembros de la organización que controlan que a cada cajón sólo accedan aquellos corredores que tengan la pulserita del color correspondiente a ese cajón. Sin embargo, hay mucha gente que intenta colarse en esos cajones saltando y rompiendo las vallas y hasta empujando al resto de gente y a los miembros de la organización. Lógicamente, la organización intenta evitarlo, pero acaban siendo muchos los que consiguen colarse y por culpa de ellos, los cajones se llenan de gente antes de lo previsto y mucha gente con la pulserita correcta no puede acceder a su cajón porque ya no hay sitio.

Además de estos cajones, también está el “último cajón”, por llamarlo así, que es una zona que no está delimitada por ninguna valla. Está abierta a todo el mundo, tenga o no tenga dorsal. Desde esta zona puede salir quien quiera. Es gratis. Sin límite alguno y sin ningún control de marca mínima para acceder.

En mi caso por ser mi primera participación, salí desde ese último “cajón” (en la 4ª oleada) y allí es donde estaba la parte más festiva de la prueba, con más disfraces, grupos haciéndose fotos, gente con perros, niños en patines, en incluso alguna que otra silla de bebé (de las de salir a correr). Era tal la cantidad de gente, que desde que se dio el pistoletazo de salida correspondiente a nuestra oleada, hasta que por fin alcanzamos la línea de salida, transcurrieron casi 10 minutos. Pero la espera no se hizo pesada en ningún momento porque durante todo el tiempo que duró la salida (desde la primera a la cuarta oleada), había música en directo y una pantalla gigante con videos animando a la gente.
Una fiesta.