SSV2011. La salida

William Wallace estuvo allí / foto de paco.ghun
La zona de salida es una auténtica locura. En los alrededores del Bernabéu se fue acumulando poco a poco una marea de gente que supongo que superaba las 50.000 personas. (38.000 inscritos, varios miles sin dorsal, varios miles de público…). 
Había música a todo volumen con speaker incluido para animar a la gente, zona de avituallamiento (bebida) gratis y mirases donde mirases se veía mucha mucha gente. 
Gente corriendo para calentar, gente estirando, gente disfrazada (superhéroes, novias a la fuga, zombis, pitufos, templarios, un tío en pijama con un almohadón debajo del brazo, trogloditas…). 
El ambiente era una mezcla entre carnaval y concierto de música, pero con ropa deportiva.

A la derecha aparece una de las fotos del reportaje en Flickr de paco.ghun

El momento de la salida es un poco caótico pero sobre todo por los “sin dorsal” que se empeñan en colarse en las zonas reservadas. Mal gesto por su parte, porque lo único que consiguen es dejar fuera a quienes sí tienen dorsal.

La salida de los corredores se estructura en lo que llaman “cajones”. Los cajones son zonas reservadas (delimitadas por vallas) a las que sólo pueden acceder aquellos corredores con dorsal (que han pagado la inscripción) y que acrediten una determinada marca en 10km. Esa marca puede ser la de la San Silvestre anterior o la de alguna otra carrera de 10km del año en curso. Se hace así para que los corredores más rápidos no se vean frenados por los más lentos. 
Y además de los cajones, la salida se hace por "oleadas". Este año había 4. En lugar de hacer una única salida, se hacen 4 salidas (oleadas) con una diferencia de 15 minutos entre cada una. Y en cada oleada toman la salida varios cajones. 
En el gráfico siguiente se ve cómo estaba estructurada la salida en cajones (colores) y oleadas (las franjas rojas).

cajones de salida en la zona del Bernabéu

El acceso a estos cajones está supervisado por varios miembros de la organización que controlan que a cada cajón sólo accedan aquellos corredores que tengan la pulserita del color correspondiente a ese cajón. Sin embargo, hay mucha gente que intenta colarse en esos cajones saltando y rompiendo las vallas y hasta empujando al resto de gente y a los miembros de la organización. Lógicamente, la organización intenta evitarlo, pero acaban siendo muchos los que consiguen colarse y por culpa de ellos, los cajones se llenan de gente antes de lo previsto y mucha gente con la pulserita correcta no puede acceder a su cajón porque ya no hay sitio.

Además de estos cajones, también está el “último cajón”, por llamarlo así, que es una zona que no está delimitada por ninguna valla. Está abierta a todo el mundo, tenga o no tenga dorsal. Desde esta zona puede salir quien quiera. Es gratis. Sin límite alguno y sin ningún control de marca mínima para acceder.

Imagen de la salida de la galería de abc.com
En mi caso por ser mi primera participación, salí desde ese último “cajón” (en la 4ª oleada) y allí es donde estaba la parte más festiva de la prueba, con más disfraces, grupos haciéndose fotos, gente con perros, niños en patines, en incluso alguna que otra silla de bebé (de las de salir a correr). Era tal la cantidad de gente, que desde que se dio el pistoletazo de salida correspondiente a nuestra oleada, hasta que por fin alcanzamos la línea de salida, transcurrieron casi 10 minutos. Pero la espera no se hizo pesada en ningún momento porque durante todo el tiempo que duró la salida (desde la primera a la cuarta oleada), había música en directo y una pantalla gigante con videos animando a la gente.
Una fiesta.

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